sábado, 18 de octubre de 2008

Buscaba a su padre... y descubrió que era su jefe

Dicen que el mundo es pequeño pero lo ocurrido a la vietnamita Tran Thi Kham, roza lo increíble.
La mujer creció en Taiwán sin conocer a su padre y sin su madre, que falleció al poco de morir ella. Como único recuerdo de su progenitor, la madre de Thi Kham le dejó un anillo de oro y una foto de su padre.
La mujer abandonó su ciudad natal a los 40 años en busca de trabajo y con la esperanza de encontrar a su padre. Un hombre llamado Tsai Han-chao la contrató como cuidadora de su esposa gravemente enferma en la Isla de Kinmen. Cuando falleció esta, Thi Kham obtuvo otro trabajo pero se dio cuenta que se había dejado sus pertenencias, entre otras, el anillo y la foto que tanto le recordaban a sus padres.
El hombre encontró los objetos que la mujer se había dejado y reconoció como suyos el anillo y la foto que Thi Kham había guardado tanto tiempo. Unas posteriores pruebas de ADN confirmaron el parentesco. El hombre, sin saberlo, había sido jefe de... ¡su propia hija!

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