Las mujeres de un pueblo del sur de Turquía han decidido dejar de tener relaciones sexuales con sus maridos en protesta por la falta de agua en la localidad, lo que les obliga a transportarla desde grandes distancias.
Ali Riza Ozturk, miembro de la Comisión de Justicia del Parlamento turco, presentó la iniciativa femenina ante la prensa, y explicó que cuando visitó la semana pasada la localidad de Kirca, en la provincia sureña de Mersis, sus mujeres se quejaron de que la fuente del pueblo no tiene agua debido a la sequía.
Las habitantes de Kirca aseguraron que el manantial, muy caudaloso en años pasados, se secó y que ahora han de transportar el agua hasta sus casas desde una distancia de 13 kilómetros.
Estas modernas "lisístratas" criticaron que los varones del pueblo no hacen nada para solventar el problema del abastecimiento de agua. "Decidimos no dejar entrar a los hombres en nuestros dormitorios hasta que se suministre agua al pueblo" anunciaron las mujeres.
El alcalde de la localidad, Osman Arslan, aseguró que los hombres de la villa están padeciendo la protesta y advirtió que de continuar la situación "la falta de agua en el pueblo se convertirá en motivo de divorcios".
Ozturk, militante del principal partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), culpó al Gobierno turco y al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de esta crisis que ha llevado a los matrimonios de Kirca al borde de la separación.
"El problema del agua en nuestros pueblos ha llevado a las parejas a estar a punto de divorciarse. El primer ministro, los ministros y los diputados del Gobierno que aseguran que no hay ningún pueblo sin agua deberían visitar Kirca", declaró Ozturk.
El boicot sexual por parte de las mujeres de un pueblo fue llevado a la pantalla en 1983 y se convirtió en un clásico del cine turco, en una historia en la que las habitantes de un pueblo se rebelan contra el comportamiento machista y violento de sus maridos, y se organizan para negarse a practicar sexo con ellos.
También debido a la escasez de agua, una protesta similar fue organizada en el año 2001 en la localidad turística de Sirtkoy, en Anatolia. Esta "huelga" tuvo repercusión internacional y saltó a los medios cuando las habitantes se dirigieron al gobernador de la región y le advirtieron que no dormirían con sus maridos hasta que hubiera suministro de agua en el pueblo. Hoy día, Sirtkoy no tiene problemas de abastecimiento de agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario