La papa se difundió en Europa después del descubrimiento de América. Llegó a España entre los años 1565 y 1570 y al inicio no fue aceptada porque se la consideraba anticristiana y responsable de una serie de enfermedades. Dos siglos después de su llegada a Europa la papa empezó a ser consumida masivamente.
En Europa, la siembra de papa aumentó la oferta disponible de alimentos y cambió la estructura productiva agrícola, ya que podía sembrarse en parcelas de menor área y en menos tiempo. El consumo de papa fomentó el crecimiento demográfico de la población y ayudó a expandir la industria ya que liberó trabajadores del campo a las fábricas.
Después de Europa, la papa se difundió al resto del mundo. Llegó a Taiwán alrededor de 1603 y desde ahí se extendió a China. En el siglo XVII marinos portugueses la llevan a la India. En el siglo XVIII llega a Bután, Nepal y las Filipinas. Alrededor de 1880 llega a África Oriental y en la segunda mitad del siglo XX a Medio Oriente.
Actualmente, la papa es el cuarto alimento básico en el mundo, después del arroz, el trigo y el maíz. En el 2004 la producción mundial de papa ascendió a 327 millones de toneladas y ocupó una superficie total sembrada de 18 millones de hectáreas.
Durante el período de 1961 a 2004, la producción de papa a nivel mundial presentó una tasa de crecimiento promedio anual de 0.4%. Ello se explica por la capacidad del cultivo en adaptarse a las condiciones climáticas de diferentes regiones del planeta, las mejoras tecnológicas en los sistemas de producción y comercialización y los cambios en la demanda.
África, Asia y América Latina lideran el crecimiento mundial en la producción de papa. Oceanía y América del Norte muestran crecimiento moderado en la producción y Europa presenta una mejora en los rendimientos; sin embargo, la producción cae debido a la reducción en la superficie sembrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario